Introducción al Plan Guerrero
La época neoliberal que comenzó en 1982 y terminó en 2018, hizo mucho daño a la capacidad de nuestro país de producir bienes y servicios, además de la capacidad de investigación y desarrollo tecnológico y científico.
Cientos de empresas del Estado, que permitían al país tener control sobre los niveles de producción y abundancia de bienes y servicios para los ciudadanos, fueron entregadas a manos privadas de forma corrupta y con una actitud antinacionalista y entreguista.
Comenzamos a depender de la voluntad política e industrial de otros países y a exportar materia prima y mano de obra a cambio de bienes y servicios básicos. Se destruyó el bienestar y la posibilidad de una vida digna a decenas de millones de mexicanas y mexicanos.
Imperó la corrupción y el mal gobierno, y a medida que fueron desapareciendo las oportunidades laborales, fueron creciendo las actividades antisociales, hasta convertirse en un grave problema de drogas, actividades delincuenciales y de violencia. México sigue pagando la actitud vendepatria de la clase política que imperó en el pasado.
A partir del 2018 y con la llegada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se comenzó a construir un México soberano, donde los pobres pasaron a ser el eje central del gobierno y de la política económica y el presupuesto público. Hoy, millones de hogares viven una realidad diferente y reciben algún tipo de ayuda para la búsqueda de mayor bienestar y dignidad en el hogar.
Sin embargo, no se ha podido revertir por completo el daño que se hizo en varias décadas en pocos años y falta mucho trabajo por hacer.
Hoy por hoy, Guerrero recibe una fuerte cantidad de remesas desde países del norte. No podemos seguir encauzando nuestro desarrollo en la exportación de mano de obra y la separación de las familias. Es momento de que los guerrerenses tomen el control y comencemos una nueva forma de concebir la forma de hacer política y gobierno. Se requiere la industrialización radical de nuestro estado.
La investigación, desarrollo, producción y comercialización de productos de las diferentes industrias debe ser parte importante de la organización social de nuestros pueblos y ciudades, para no depender de lo que los intermediarios internacionales nos quieran comprar o vender y poder garantizar una vida con al menos las necesidades básicas, como comida, vestido y vivienda, cubiertas.
El pueblo de Guerrero ha sido partícipe fundamental en las cuatro transformaciones que nuestro país ha tenido: La Independencia, La Reforma, La Revolución y ahora ha sido de los principales estados que apoyó desde el principio a Andrés Manuel López Obrador y ahora a nuestra presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Guerrero debe continuar siendo punta de lanza y ejemplo para otros estados que sufren una problemática similar, como los estados vecinos de Chiapas y Oaxaca. Debemos demostrar que somos un estado soberano, donde el pueblo manda, y donde tenemos capacidad de organización para sacar adelante a todas y todos, y crear mejores condiciones de vida para los que vienen por delante.
Por estas razones, el Plan G trata de recoger el sentir del pueblo a través de figuras políticas, intelectuales, profesionistas y ciudadanos de probada lealtad a los intereses populares; y redactar un plan de acción gubernamental que permita comenzar la industrialización y tecnificación de Guerrero.
El Plan G busca soluciones prácticas, radicales, alcanzables para la estructuración de una nueva forma de distribuir los recursos económicos, naturales y humanos con los que cuenta la administración estatal, para continuar la construcción de una sociedad justa, inclusiva y abundante de recursos y servicios para todas y todos y donde nadie se quede atrás.
No se trata de un discurso más en el estado o de un proyecto que solo se quede en papel o en la imaginación, se trata de la creación de entes y empresas públicas, con capacidad de inversión, gestión y administración de recursos humanos, económicos y políticos para poder orquestar soluciones innovadoras, tecnológicas y probadas en otras regiones del país y del mundo. Todo ello para poder satisfacer de forma contundente y eficiente las diferentes necesidades biológicas, económicas y sociales de la población de Guerrero.